00:00 CARTEL – ATL. MOLA
No le fallen a su hinchada
HD cometió errores. Los jugadores ya perdieron a un jugadorazo como Soto y a una mula como el Ponee. El sábado tienen que comprometerse, jugar como se debe y romper el pesimismo de cara a la segunda fase.
La pelota no se mancha. Y la camiseta de Cartel tampoco. Fallar en este momento sería el peor pecado futbolero en la era moderna. ¿O quedar afuera de una segunda fase no sería más traumático que la eliminación en primera ronda en el 2002 de la selección? ¿Qué hacemos los fines de semana de acá a diciembre sin jugar al fútbol como Dios manda? No podemos. No debemos. Ni se les ocurra... El sábado, en el húmedo césped de la cancha 3 de la UBA, HD se las verá ante el desafío más pesado desde que es entrenador. Y los jugadores, en esta tierra de sudor y cabezazos, deberán rebelarse si no quieren que la historia los condene.
Porque HD se ha equivocado, por supuesto. Su aprendizaje en funciones no ha disimulado sus debilidades como jugador y técnico. Dibujos desdibujados estrategias desafortunadas, poco liderazgo, etc etc etc, no hace falta puntualizarle sus equivocaciones, este HD no debe ser tan orgulloso como el burro. HD tiene que aprender de sus errores y dejar de hablar tanto sin demostrar nada. Desde las bases tiene que erradicar sus contradicciones. O careta o cabeza, no un mix indescifrable. Debe dejar de lado sus temores… es verdad que Checho tiene problemas y padece esquizofrenia, pero es muy poco probable que saque un chumbo en el medio del partido y te pegue un corchazo por gritarle en el medio de una jugada. Y si lo hace… mala suerte. Tampoco debe estar atemorizado que Campa como venganza ante un reto impacte su brillante con ambos puños a la salida de un corner. Basta de miedos HD. Basta de secretear.
Entonces, con este HD tambaleante, la responsabilidad mayor recae en aquéllos que hacen brillar sus botines. Son ellos, los jugadores, los que tienen que salvar a HD. Son ellos, los jugadores, los que tienen que salvarse a ellos mismos. En el entorno de HD se habla, por lo bajo, de alguna deslealtad. HD, según juró, se llevará su secreto a la tumba. Nunca mandaría al frente al Chepee… quizás porque todavía le debe plata. Chepee por su parte jura lealtad a su desdibujado técnico. Basta de traiciones.
Hoy, todavía con chances de clasificar, se oyen voces que piden un último esfuerzo, compromiso, garra. El resultado del sábado a la mañana hará subir o bajar de piso aquellos cuestionamientos. Los jugadores, entonces, tienen el poder en sus botines. Como nunca. No se trata de huevos, sí de coraje para no volver a fallar. Ya no hay margen. El sábado debe ser tiempo del renacimiento. Después puede ser muy tarde...
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